La pandemia parece tener un fin. Aunque los contagios han aumentado en las últimas semanas, la gravedad se ha reducido al igual que las muertes; sin embargo, una sombra que se mantiene al acecho de la humanidad y no se irá es la contaminación, por lo que algunas tecnológicas están creando dispositivos para aminorar los efectos en la salud humana, como Dyson y sus audífonos purificadores de aire.
Los ambiciosos Dyson Zone, un par de auriculares Bluetooth con cancelación de ruido y tecnología de purificación de aire integrada a través de una mascarilla que se conecta a la base del dispositivo y se amolda al rostro para convertirse en un dispositivo grande en apariencia, pero cómodo de usar.
Al verlos en vivo por primera vez, efectivamente dan la impresión de ser un dispositivo demasiado tosco, incluso su estuche es tan grande como una cafetera Nespresso. Sin embargo, al utilizarlos suelen ser unos audífonos cómodos. Sí tienen un gran tamaño, debido a la tecnología en su interior, pero no es algo que se salga de la norma en el sector.
El producto con el cual se pueden comparar en cuanto a tamaño son los AirPods Max, pues tienen dimensiones similares, además de que cubren la oreja de manera que al usarlos se produce una especie de vacío que reduce el ruido exterior sin la necesidad de activar la cancelación de ruido. La única diferencia es que los Dyson Zone agregan una protuberancia a los lados para guardar los filtros.
La purificación del aire comienza en los auriculares. En la parte exterior cuentan con un motor de 10 milímetros, el más pequeño que se ha desarrollado en Dyson, así como tres capas de filtros por donde pasa el aire hacia una mascarilla conectada magnéticamente.
La instalación de la mascarilla se basa en un movimiento natural para cubrir el rostro, por lo que es un proceso bastante sencillo. Una vez conectada y ubicada a la altura de la nariz, el objeto se puede acomodar para diferentes tamaños de rostros y es entonces cuando se enciende la función de purificación.
El aire entra por un orificio que está directamente conectado a la nariz y boca del usuario. Para ponerlo a prueba, los especialistas crearon un maniquí con pulmones mecánicos programado para respirar como una persona y así determinar la cantidad correcta del flujo de aire.
En el lado izquierdo, el dispositivo cuenta con un botón para determinar la velocidad en la que entra el aire y si bien se llega a escuchar el funcionamiento del motor, cuando se enciende la música queda en un segundo plano y es prácticamente imperceptible. Al activar la cancelación de ruido, sólo se oye la música en una alta calidad de sonido.
Respecto al audio cumplen con el estándar de unos auriculares de gama premium. El sonido es envolvente y la calidad permite escuchar canciones con una alta fidelidad, por lo que para aprovecharlos al máximo es conveniente usar servicios de streaming que reproducen la música en alta calidad.
Uno de los pilares en la filosofía de Dyson es crear productos para resolver problemas, pero los ingenieros de la compañía son claros al decir que no se trata de un dispositivo médico, por lo que su sistema de filtración no fue probado para ningún virus y aunque se puede, no lo recomendaría como único método para prevenir la COVID-19.
Sin embargo, sí es capaz de filtrar partículas presentes en la contaminación, como el polvo, el polen y algunas bacterias. Y es precisamente para este problema que fue creado. “La contaminación del aire es un problema global, el cual nos afecta a donde quiera que vayamos. En nuestros hogares, en la escuela, el trabajo y mientras viajamos ya sea a pie, en bicicleta o en cualquier transporte”, dijo Jake Dyson, jefe de ingeniería a finales de marzo.
Fuente de la Noticia: expansion.mx
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